El orden internacional liberal surgido a mediados del siglo XX está en crisis y sus patrones constitutivos se han visto alterados de manera acelerada durante las últimas décadas. Estas transformaciones están vinculadas a procesos normativos que se han desarrollado con una participación destacada de actores regionales como la Unión Europea (UE) y los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Esta obra colectiva analiza la contribución de la UE y los BRICS a la construcción de normas globales en ámbitos tan diversos como la moratoria del uso de la pena de muerte, el control del comercio de armas, la construcción de paz, el comercio internacional, la responsabilidad de proteger o la financiación del desarrollo económico. Todos ellos permiten evaluar la medida en que la UE puede seguir siendo considerada un poder normativo, así como la capacidad de los BRICS para proyectar normas e instituciones alternativas a las del orden liberal dominante.